Todas las mañanas antes de desayunar, subo la persiana de la ventana de la cocina para ver qué día hace.
Aquel día cuando lo hice me quedé con la boca abierta, parecía que le horizonte estaba en llamas. Por supuesto fui corriendo a por mi cámara para fotografiar el espectáculo. Aquí lo tenéis
¿Qué os parece?
Me parece una instantánea preciosa; eso sí... no se puede esperar menos de nuestro clima y nuestra maravillosa bahía ;)
ResponderEliminarUn besote.
Pues verlo en persona fue algo impresionante.
ResponderEliminarNunca ví el cielo con esos colores.
Una foto preciosa, difícil de olvidar
ResponderEliminarGracias desconocida! Pues sí, la verdad es que no he vuelto a ver un amanecer así. Esas imágenes se quedan grabadas para siembre en la memoria.
Eliminar